La violencia en el Líbano tendrá la fecha de este lunes marcada para siempre. La última oleada de bombardeos israelíes contra el sur y el este del Líbano ha dejado 356 muertos y más de 1.200 heridos, según han indicado las autoridades del país, en la jornada más negra del último año. Poco después de que se produjeran los primeros bombardeos, el portavoz del Ejército, Daniel Hagari, pidió a los civiles libaneses del sur que abandonaran los edificios y las zonas usadas por Hezbolá "para almacenar armas" porque iban a seguir atacando la región.