Tras varias denuncias de la comunidad por la presencia de olores ofensivos, roedores e insectos en la zona, las autoridades procedieron a realizar la respectiva visita, con el apoyo de la Secretaría de Salud del municipio, se pudo constatar que el lugar no contaba con los permisos ni las condiciones sanitarias exigidas para este tipo de prácticas, por lo que se incautaron cerca de 800 kg de productos cárnicos sin cadena de frío ni refrigeración, lo que representa además un riesgo para la salud.