Quiere decir que la manera como se está diseñando y planificando la ciudad no se correlaciona con la idea de que las tecnologías de la información y las comunicaciones (TIC) –al democratizar el acceso a internet, entre otros factores– reducen las brechas digitales; por el contrario, la distribución de la infraestructura –estaciones radioeléctricas y cableado de cobre de internet– refuerza desigualdades, ya que está instalada sobre todo en los estratos 4, 5 y 6.