La energía que usa la terminal aérea proviene
de "paneles fotovoltaicos" instalados en los caminos aledaños al
aeropuerto y de los molinos del parque eólico con el que cuenta.
Mientras, el agua se obtiene del mar y es
tratada en una planta desalinizadora propia. Una vez usada en la terminal, se
vuelve a tratar y se recicla.