J.
de Jesús Lemus (en Reporte Índigo, 28/2/2018) sostiene que “la guerra por el agua ya comenzó”, y
apunta que “de todos los sectores
industriales que actualmente se disputan el agua con los pobladores de diversas
regiones”, la minería es el que más agua consume, lo cual lleva “a la
movilización constante de organizaciones civiles…”. Desoladora y quizás
erróneamente concluye que las protestas no surten “ningún efecto, salvo el que
termina con pobladores reclamantes en conflicto con la ley”. Cita el caso en
Puebla, donde activistas opuestos a cuatro proyectos de la Comisión Federal de
Electricidad tienen orden de aprehensión.