Fueron
muchos días de incertidumbre, durante los cuales familiares, amigos
y colegas de las tres víctimas realizaron marchas por las calles de
varias ciudades de Ecuador y plantones frente al palacio de Gobierno
en Quito, al grito de "nos faltan tres" y "los
queremos de vuelta".
Tras
conocer la fatídica noticia, esos gritos se transformaron en "no
hiceron nada", "siempre nos faltarán tres" y "no
al terrorismo, sí al periodismo". Además, muchos pidieron la
renuncia de los ministros de Defensa, de Interior y de Relaciones
Exteriores de Ecuador, Patricio Zambrano, César Navas y María
Fernanda Espinosa, respectivamente.
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